Un cangrejo macho conoció a un cangrejo hembra y le pidió que se casara con él. Ella notó que su cangrejo caminaba de frente en vez de hacerlo de lado. Se dijo: ¿Vaya! Este cangrejo es muy especial. No puedo dejarlo ir. Y se casaron de inmediato.
Al día siguiente vio que su marido caminaba de lado, como todos los demás y se sintió defraudada.
-¿Qué pasa? - le preguntó - Antes de que nos casáramos caminabas derecho.
-¡Ay querida! - contestó el cangrejo - ¡No puedo beber tanto todos los días!